Había una vez una zorra, que decidió irse a vivir a Santiago
de Chile por una mejor calidad de vida. Rápidamente encontró una pega y una
casa para vivir.
Ya pasado el tiempo, la zorra se hizo un grupo de amigos que
eran del trabajo y además le estaba yendo muy bien económicamente, pero había
algo que le incomodaba, escuchaba mucho decir su nombre pero no le hablaban a
ella, para explicarlo mejor, la primera vez que escuchó su nombre en vano fue a
compañeros de la pega, escuchó decir: “la zooorraa”, a lo que ella respondió y
de vuelta recibió un “no te estoy hablando a tí”. Tantas veces escuchó esto de sus compañeros y
gente que ni conocía, que decidió preguntarle a una amiga si la estaban
pelando, ya la zorra estaba nerviosa por que escuchaba su nombre y se sentía
muy aludida. La amiga le dijo que estuviera tranquila, que “la zorra” es una
expresión que ocupan los chilenos para referirse a algo que es buenísimo. La
zorra quedó conforme con la respuesta, al menos su nombre significaba algo bueno
en ese lugar.
Un día tuvo una junta con amigas en un café, una comienza a
contar su drama y dice: “quedó la zorra en mi casa”, a lo que la zorra
respondió “¡ah que bueno!”, la amiga se enojó y se fue al baño, la zorra estaba
confusa, la otra amiga que les acompañaba la reprocha por haber dicho eso, y la
zorra le dice: “pero no que “la zorra” es algo bueno?”, su amiga que antes la
reprochó le explica que también significa desastre.
La zorra no lo estaba pasando nada de bien, oía su nombre
por todas partes pero no la llamaban y cuando sus amigos la llamaban de verdad,
no los atendía y quedaba como mala onda.
En un cumpleaños, fue a buscar algo que comer a la mesa y
habían dos tipos conversando, uno le dice al otro: “ ¡y la muy zorra me
engañó!”, la zorra anonadada esta vez se calló y se fue. “ ¿ A que se referirán
esta vez?” se preguntaba ella, no podía ser algo bueno, ni un desastre. No
quiso preguntarle a ni un cercano para no quedar como pava, así que se metió a
su celular y googleó: “qué significa ser una zorra en Chile”. El resultado la
dejo atónita, su nombre también significaba mala mujer, mujer fácil, etc.
Pasaba el tiempo y la zorra trataba de hacerse la sorda al
escuchar su nombre hasta que un día se cansó de que su nombre estuviera en boca
de todos y no podía irse de Chile porque estaba en una situación muy estable,
así que tomó la decisión más extrema, decidió operarse y se hizo un cambio de
sexo, ya que ser una zorra en esta sociedad no era nada de fácil.